06 septiembre 2006
Se hará justicia
La resolución del juez Norberto Oyarbide de anular los indultos con que habían sido beneficiados los ex represores, Videla y Harguindegy, el ex estafador, Martinez de Hoz, nos premiten soñar con que en nuestro país se hará justicia.
En otra vuelta de página de nuestra historia, tan controvertida, por cierto, y tan remendada, parece que los círculos de la ley se van cerrando sobre aquellos nefastos personajes. Esos que, no hace muchos años atrás, dejaron a la Argentina con graves heridas por las que aún está sangrando.
Es cierto que la vuelta al pasado, en cierta forma, no nos deja libres para construir nuestro presente y sobre todo nuestro futuro. Pero además, es real que mientras no cerremos las heridas del pasado hablar de lo que vendrá es bastante inoportuno.
Los perdones otorgados a los genocidas por el ex presidiario Carlos Menen no hicieron más que prolongar la agonía de una República. Está no necesitaba de calmantes, no quería mantener el dolor sedado por el resto de sus días. La Nación argentina necesitaba ser curada, recuperada, y sobre todo volver a vivir.
Sanciones como las que se dieron a conocer en estos días le provocaron a nuetra patria una pequeña sonrisa que va alentando su recuperación y el optimismo de una pronta mejoría.
Magallanes.
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En otra vuelta de página de nuestra historia, tan controvertida, por cierto, y tan remendada, parece que los círculos de la ley se van cerrando sobre aquellos nefastos personajes. Esos que, no hace muchos años atrás, dejaron a la Argentina con graves heridas por las que aún está sangrando.
Es cierto que la vuelta al pasado, en cierta forma, no nos deja libres para construir nuestro presente y sobre todo nuestro futuro. Pero además, es real que mientras no cerremos las heridas del pasado hablar de lo que vendrá es bastante inoportuno.
Los perdones otorgados a los genocidas por el ex presidiario Carlos Menen no hicieron más que prolongar la agonía de una República. Está no necesitaba de calmantes, no quería mantener el dolor sedado por el resto de sus días. La Nación argentina necesitaba ser curada, recuperada, y sobre todo volver a vivir.
Sanciones como las que se dieron a conocer en estos días le provocaron a nuetra patria una pequeña sonrisa que va alentando su recuperación y el optimismo de una pronta mejoría.
Magallanes.

